Los seres humanos al igual que el resto de los animales, nacen, crecen, se desarrollan y mueren, pero a diferencia de estos últimos el hombre siempre lleva en mente una planificación de sus objetivos y metas para alcanzar el “éxito”. Desde muy temprana edad inician los estudios y cuando se llega a la adolescencia, la elección de tu carrera, aspiraciones o sueños se vuelven más importantes y decisivos.
Cuando se alcanza la madurez inician los retos académicos, profesionales, personales y hasta amorosos. Inicia una montaña rusa de éxitos y fracasos, de alegrías y tristezas y de satisfacciones y frustraciones. En su mayoría, las personas anhelan tener bienes como casas o vehículos, o desean satisfacer gustos corporales, viajes, cualquier vanidad o cumplir un sueño de algún proyecto. Sin embargo, en muchas ocasiones el camino para llegar a ellos se torna difícil y hasta tormentoso por las frustraciones de intentos e intentos fallidos.
Las causas de los fracasos son por lo general responsabilidad del ejecutante porque no hace una buena planificación o simplemente no sabe evaluar los criterios de factibilidad (económicos, operativos o de personal). Sin embargo, también se pueden dar casos de que la causa de ello sea el entorno que podría ser la familia, el sitio de trabajo o hasta la economía de un país, que en ocasiones hace hasta sentir que nadas en contra de la corriente.
A nivel teórico práctico se podría decir que entre los secretos del éxito se tienen los Estudios, porque son los que te formarán a nivel profesional y adquirirás conocimientos históricos, pudiendo ser estos empíricos o académicos; El Trabajo ya que gracias a él desarrollarás tareas que además de aprender, permitirán que crezcas profesionalmente; La Constancia, porque por ella le dedicarás el tiempo necesario a lograr tus objetivos y sin perder el rumbo, y finalmente la Ética, porque te permitirá crecer sin perjudicar a los demás.
Sin embargo, se podría decir que uno de los mayores secretos del éxito es darse cuenta de un mundo de oportunidades que se tienen al frente y que en la mayoría de los casos no se saben aprovechar, porque si bien es cierto que quizás no tengas el trabajo que te haga feliz, tienes miles de ofertas en la calle; que si tu carrera no te lleva a lo que quieres, podrías estudiar otra o simplemente ejercer un oficio en particular sin haberlo estudiado, y que si bien es cierto que tu país pueda que te haga la vida complicada por inestabilidades económicas, sociales y/o políticas, tienes otros horizontes abiertos a muchas posibilidades de crecimiento.
EL mayor secreto del éxito es darse cuenta de lo que tienes y darle el merecido valor, usarlo para seguir adelante y levantarse las veces que sean necesario cada vez que caigas ante un obstáculo, y si puedes levantar a alguien en el camino, mucho mejor, porque las buenas acciones también te hacen llegar al éxito no sólo profesional sino también personal.