
Existen muchos tipos de conflictos, sin embargo, la esencia para resolverlos es la misma, varían son los escenarios, circunstancias y personas. Por muy perfecto que se tenga el diseño de un proyecto, si no se saben dar solución a los conflictos, fracasará pronto. Para ello es importante tener en consideración las siguientes premisas:
Técnica de escucha activa: Implica prestar atención completa al mensaje del otro, tanto verbal como no verbal, y responder de manera que demuestre que se ha entendido su perspectiva.
Técnica de aclaración de objetivos: Consiste en identificar y aclarar los objetivos y necesidades de cada parte involucrada en el conflicto, para encontrar soluciones que satisfagan esas necesidades.
Técnica de análisis de intereses: Implica identificar los intereses y necesidades subyacentes de cada parte, más allá de sus posiciones o demandas iniciales, para encontrar soluciones que satisfagan esos intereses.
Técnica de generación de opciones: Consiste en generar una variedad de opciones o soluciones posibles para el conflicto, sin evaluar su viabilidad o factibilidad inicialmente, para luego evaluar y seleccionar las más adecuadas.
Técnica de evaluación de consecuencias: Implica evaluar las posibles consecuencias de cada opción o solución, tanto positivas como negativas, para tomar una decisión informada.
Técnica de negociación: Consiste en encontrar un acuerdo mutuamente aceptable entre las partes, mediante la concesión de demandas o la búsqueda de soluciones creativas.
Técnica de mediación: Implica la intervención de un tercero neutral, que ayuda a las partes a comunicarse y negociar para encontrar una solución.
Técnica de resolución de problemas: Consiste en abordar el conflicto como un problema que debe ser resuelto, mediante la identificación de la raíz del problema, la generación de soluciones y la implementación de la solución seleccionada.
En el mundo de la publicidad y del marketing digital, los conflictos van a aparecer constantemente, y si no se manejan las herramientas necesarias, no sólo genera estrés organizacional, sino que también podría generarse la muerte del proyecto.